¿Te gustan los animales de granja? Como ya debes saber, los animales de granja son aquellos que se crían para obtener productos o servicios que benefician al ser humano, como la carne, la leche, los huevos, la lana, el transporte o el trabajo agrícola. Algunos ejemplos de animales de granja son las vacas, las ovejas, las cabras, los cerdos, las gallinas, los caballos y los burros. Hay varias razones por las que se debería tener animales de granja, y aquí se presentan tres de ellas.
En primer lugar, tener animales de granja puede ser una fuente de ingresos para las personas que viven en zonas rurales o que tienen terrenos disponibles para la cría. Los productos que se obtienen de los animales de granja pueden venderse en el mercado local o regional, o incluso exportarse a otros países. Además, los animales de granja pueden generar abono orgánico para mejorar la fertilidad del suelo y reducir el uso de fertilizantes químicos.
En segundo lugar, tener animales de granja puede contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional de las familias y las comunidades. Los productos de origen animal son ricos en proteínas, calcio, hierro y otros nutrientes esenciales para el crecimiento y el desarrollo humano. También pueden diversificar la dieta y mejorar el sabor de los platos. Los animales de granja pueden aprovechar los recursos alimenticios que no son aptos para el consumo humano, como los residuos agrícolas, las hierbas o los insectos.
En tercer lugar, tener animales de granja puede favorecer la conservación de la biodiversidad y el medio ambiente. Los animales de granja pueden adaptarse a diferentes condiciones climáticas y ecológicas, y mantener el equilibrio entre las especies vegetales y animales. Algunos animales de granja son parte del patrimonio cultural y genético de los pueblos, y representan su identidad y sus tradiciones. Los animales de granja también pueden ofrecer servicios ecosistémicos, como la polinización, el control de plagas o la prevención de incendios forestales.