La Madre le prohibió casarse con su Novio. 60 años después le llegó esto por Correo

La Madre le prohibió casarse con su Novio. 60 años después le llegó esto por Correo

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Hace mucho tiempo ocurrió este gran caso conmovedor, a pesar de que pasó hace ya bastante tiempo. Trataba de un amor eterno que sucedió años atrás y que se llegó a conocer por algo que dejó admirados a muchos. Queremos que la conozcan, y para eso la dejaremos abajo. Todo empezó con una desgastada billetera que encontró con algunas cosas adentro cuando iba de camino a su casa. Enseguida, rápidamente buscó un nombre en su interior o algún dato para tratar de entregarla. Sin embargo, lo único que había eran tres dólares y una carta arrugada que parecía ser muy antigua. La empecé a leer para tratar de encontrar una dirección, aunque en su lugar me encontré con algo muy conmovedor. En efecto, dicha carta era antigua, pues trataba de unos 60 años atrás. La madre le prohibe casarse con su novio. 60 años después le llega esto por correo. En dicha carta, una mujer llamada Anna le decía a un hombre llamado Michel que ella no iba a poder casarse con él porque su madre se lo había prohibido. Para mi buena suerte, en el remitente de la carta estaba un número telefónico que pertenecía a Anna. Sin embargo, al llamar, me contestaron y dijeron que Anna ya no vivía ahí, pues había sido trasladada a un hogar de ancianos en las proximidades. Yo pedí la dirección y me puse en marcha hasta ahí, ya que la carta en realidad me dejó muy intrigado. Al llegar al asilo, una enfermera me llevó hasta donde estaba Anna. Yo me presenté con ella y rápidamente supe que era una buena persona. De ahí le mostré la carta y ella la reconoció con lágrimas en los ojos, diciéndome: «Esta carta fue lo último que le pude escribir a Michel, mi primer y último amor». Hablamos un rato y después salí de ahí. Llevaba la cartera en la mano, pues no podía dejarla a Anna. Sin embargo, cuando iba saliendo del lugar, una enfermera del sitio me paró rápidamente y me dijo: «Oye, reconozco esa cartera. Pertenece al señor Goldstein que está aquí mismo en el piso 8». Justo después de esas palabras, dije: «Mi día es simplemente perfecto, ya que quería conocerlo a él». La enfermera me llevó al piso 8 y ahí estaba precisamente Michail Goldstein, leyendo un libro muy calmadamente. Yo me le acerqué y le dije: «Oiga, esta cartera es suya». Él me respondió con una gran sonrisa: «Sí». Yo de ahí le dije: «Sé dónde exactamente está Anna». Él rápidamente me contestó: «Anna, ¿usted sabe dónde está? ¿Cómo está ella?». Yo de ahí le expliqué todo y le dije que si quería ver a Anna, tenía que acompañarme al tercer piso, que era donde ella estaba. Llegamos a ese piso y el señor rápidamente conoció a Anna y se le acercó, diciéndole: «Soy yo, Michel, ¿me recuerdas?». Ella volteó la cabeza hacia él y, con cara de sorpresa, le gritó: «¡Michel, realmente eres tú!». Se levantó de su asiento y ambos se abrazaron con lágrimas en los ojos. Fue una escena como sacada de una película, donde el amor irradió toda la sala. Todo el mundo lloraba y presenciaba ese lindo y hermoso momento.

Ese día salí de ahí, pero tres semanas después me llamaron del asilo de ancianos y me preguntaron si podía venir el domingo. «Anna y Michel se van a casar y desean que asistas». Yo me quedé realmente atónito y, por supuesto, dije que sí. Dicha historia es maravillosa desde cualquier punto de vista, ya que gracias a esa persona, terminó de una manera muy especial. Ahora, comparte esta historia para que llegue a más personas.